Principio 8:


“Las empresas deben fomentar las iniciativas que promuevan una mayor responsabilidad ambiental”

Las empresas e industrias deben aumentar la auto-regulación, orientados por códigos apropiados, reglamentos e iniciativas integradas en todos los elementos de planificación y toma de decisiones, y fomentando la apertura y el diálogo con los empleados y el público.

Espacios y condicionantes:

La Cumbre del Planeta de Río celebrada en 1992 ha actuado como una ‘llamada de atención’ para muchos sectores de la sociedad, siendo uno de ellos el sector empresarial. Por vez primera un grupo de accionistas se reunió para debatir las dificultades planteadas por los modelos de industrialización, el crecimiento de la población y los desequilibrios sociales del mundo.

La conferencia puso de relieve la fragilidad real del planeta y, en particular, centró la atención sobre tres puntos:

  • El daño que se está produciendo a muchos ecosistemas naturales.
  • La amenazada capacidad del planeta para sostener la vida en el futuro.
  • Nuestra limitada capacidad para sostener el desarrollo económico y social a largo plazo.

El mensaje lanzado a las empresas se recogió en el Capítulo 30 de la Agenda 21 en el que se ahonda en la función que desempeñan las empresas y la industria en la agenda de temas para el desarrollo sostenible y se presentan unas directrices generales de lo que la responsabilidad medioambiental debe significar para las empresas.

Beneficios para las empresas de respetar el Principio 8

Las empresas ganan legitimidad cuando satisfacen las demandas de la sociedad y cada vez más la sociedad expresa una necesidad clara de desarrollar prácticas medioambientalmente sostenibles. Una de las formas que tienen las empresas para demostrar su compromiso hacia una mayor responsabilidad medioambiental es el desplazamiento de su modus operandi desde los así llamados “métodos tradicionales” hacia los enfoques más responsables a la hora de plantear las cuestiones medioambientales.

Un cambio de este tipo en la estrategia empresarial conlleva una serie de beneficios. Entre las razones por las que las empresas deben valorar la mejora de su enfoque medioambiental están:

– La aplicación de una producción más limpia y ecológica conduce a una mejora en la productividad de los recursos.

– Los nuevos instrumentos económicos (impuestos, cargas, permisos comerciales) recompensan a las empresas que actúan con conciencia ecológica.

– Las regulaciones de protección medioambiental se endurecen. Las aseguradoras prefieren asegurar a empresas ecológicas que plantean un riesgo inferior.

– Los bancos prefieren dar créditos a las empresas cuyas actividades no carguen al banco con demandas judiciales por infringir el derecho medioambiental o ingentes gastos para labores de limpieza.

– La gerencia de orientación medioambiental ejerce un efecto positivo sobre la imagen de una empresa.

– Los empleados prefieren trabajar en una empresa ecológicamente responsable (este tipo de empresa también ofrece al buen trabajador medidas de higiene y seguridad en el trabajo).

– La contaminación medioambiental es una amenaza para la salud humana Los clientes demandan productos más limpios.

Algunos ejemplos de cómo las empresas apoyan y respetan el medioambiente a través de sus actividades:

Los pasos que la compañía podría adoptar para promover la responsabilidad ambiental sería el siguiente:

1- Definir la visión de la empresa, las políticas y las estrategias para incluir el desarrollo sostenible – la prosperidad económica, la calidad ambiental y la equidad social.

2- Desarrollar objetivos e indicadores (económicos, ambientales, sociales) de sostenibilidad. Establecer un programa de producción sostenible y el consumo con los objetivos de desempeño claros para llevar a la organización más allá del cumplimiento en el largo plazo.

3- Trabajar con los diseñadores de productos y proveedores para mejorar el desempeño ambiental y extender la responsabilidad en toda la cadena de valor.

4- Adoptar las cartas voluntarias, códigos de conducta y práctica internos, así como a través de iniciativas sectoriales e internacionales para alcanzar un rendimiento ambiental responsable.

5- Medir, controlar y comunicar los avances en la incorporación de los principios de sostenibilidad en las prácticas de negocio, incluyendo la presentación de informes en contra de las normas operativas globales. Evaluar los resultados y aplicar estrategias para la mejora continua.

6- Garantizar la transparencia y el diálogo con las partes interesadas no sesgada.

Al hacer lo anterior, la existencia de sistemas de gestión adecuados es crucial para ayudar a la empresa a afrontar el reto de la organización.

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