Banca colombiana busca motivar el cálculo de carbono en las empresas

Cualquier institución que tenga un establecimiento físico tiene un impacto en el medio ambiente, incluso las empresas del sistema financiero. Según consigna el diario electrónico La República, por esa razón que la banca colombiana, Asobancaria, además de algunas de sus afiliadas como Bancamía, Bancóldex, Bancolombia, Banco Colpatria, BBVA Colombia, Citibank Colombia, Davivienda, Finamérica, Findeter, Helm Bank y Scotiabank Colombia, suscribieron a mediados de 2012 el Protocolo Verde.

Es una alianza con el Gobierno Nacional que busca promover el consumo sostenible de los recursos de este tipo de entidades, la financiación de programas de crédito e inversión que busquen la protección del medio ambiente y el mejoramiento de la calidad de vida de la población.

Debido a este enfoque de sostenibilidad ambiental, Findeter decidió implementar el cálculo de la huella de carbono dentro de sus políticas empresariales. Jessica Jacob, directora de responsabilidad social y ambiental de la firma, afirmó que el primer paso para mitigar el cambio climático es saber cuál es el impacto directo de una compañía en él.

“El estudio de medición de la huella de carbono realizado por un consultor debe costar entre $7 y $30 millones, y depende del tamaño de la firma, de sus plantas y del número de empleados”, comenta.

El protocolo internacional de medición tiene tres alcances. El primero abarca a las emisiones directas de fuentes que son propiedad de la empresa o están controladas por la misma, como las emisiones provenientes de la combustión en calderas, hornos y vehículos.

El segundo alcance incluye las emisiones de la generación de electricidad adquirida y consumida por la empresa. Por último, las emisiones del alcance tres son consecuencia de las actividades de la empresa, pero ocurren en fuentes que no son propiedad ni están controladas por la empresa.

La visión de PG en Colombia

Mauricio López, director de la Red Colombiana del Pacto Global, afirmó que los cálculos de la huella de carbono y de la huella hídrica forman parte de los tres pasos de una estrategia destinada a que las empresas sean sostenibles con el medio ambiente. “La primera es la etapa de diagnóstico en la que se sabe cuál es el valor de las emisiones, después pasamos a la mitigación en la que se busca saber cuáles son los usos adecuados de los recursos que deben tener las firmas”.

En este segundo paso, López destacó que las medidas que pueden tomar las empresas son el de la automatización de los grifos y sanitarios, además de la iluminación y el servicio de aire acondicionado. “Las compañías también están optando por aprovechar las fuentes de luz naturales , la implementación de terrazas verdes, incluso las jornadas de teletrabajo son medidas que contribuyen a mitigar el impacto ambiental”.

“En el Pacto Global promovemos que las empresas miembros midan su gasto ambiental para implementar estrategias que ayuden a mitigar y compensar dicho gasto”, agrega.

Como estas estrategias no mitigan completamente el daño, la última etapa es su compensación, a través de la compra de ‘bonos de carbono’ y la siembra masiva de árboles, estrategia que Findeter implementó con el proyecto Chocó-Darién.

Mediante el programa ‘Ciudades Sostenibles y competitivas’ la firma también busca promover estos tres pasos para contribuir a la conservación del ambiente.

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