Informe de ONU declara 870 millones de personas que pasan hambre en el mundo

Según un estudio presentado por la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), una de cada ocho personas pasa hambre en el mundo, cifra que pese a los avances realizados, sigue siendo elevada para la iniciativa.

El informe “Estado de la inseguridad alimentaria en el mundo” referente al bienio 2010-2012 y elaborado en colaboración con el Programa Mundial de los Alimentos (PMA) y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) fue presentado en una conferencia de prensa por el director general de la FAO, Jose Graziano da Silva, quien destacó que este estudio aporta buenas noticias, ya que se ha logrado avanzar en la reducción del hambre en las últimas décadas, aunque lamentó que una cifra como la de 870 millones de necesitados, de los que cerca de 850 millones viven en países en vías de desarrollo, sigue siendo alta e inaceptable en un mundo que dispone de suficientes recursos

Según los datos de la FAO, que en esta última edición del informe ha utilizado una nueva metodología mejorada, el número de personas con hambre en el mundo ha pasado de 1.000 millones en el bienio 1990-1992, lo que suponía un 18,6 % de la población global, a 868 en 2010-2012, o lo que es lo mismo un 12,5 % de la población.

En la misma línea, el director general de la FAO, destacó que es posible lograr cumplir con la meta fijada en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) que persigue reducir a la mitad la proporción de personas que pasan hambre para 2015.

Por otro lado, enfatizó que es preocupante la situación en África, donde entre 1990 y 2012 se ha registrado un incremento de cerca de 64 millones de personas que pasan hambre, más ahora por las situaciones de conflicto y la inseguridad alimentaria, como se ha observado en Oriente Medio.

Mientras tanto, en Asia y el Pacífico se ha logrado una reducción de 195 millones de personas con hambre en veinte años, lo que ha sido un éxito.

Las conclusiones arrojadas sobre el informe de la FAO destacan la importancia del crecimiento económico en la lucha contra el hambre y la malnutrición, y para que ese crecimiento incida en una mejora de la nutrición de los más necesitados es necesario que los pobres participen tanto en el proceso como en sus beneficios.

Además, resalta que el potencial que tiene el crecimiento agrícola a la hora de reducir el hambre y la malnutrición, en especial cuando se incluye a los pequeños agricultores.

Asimismo, el crecimiento agrícola en el sector de los pequeños productores, especialmente cuando haya mujeres, será eficaz en la reducción de la pobreza extrema y del hambre cuando se genere empleo para los pobres.

En cuanto a los factores que ralentizan el progreso son la creciente demanda de biocombustibles, la especulación financiera en los mercados de productos alimentarios básicos y la ineficiencia del suministro y distribución de alimentos que hace que casi un tercio de la producción total se desperdicie.

Para mayor información ingresar a : http://www.fao.org/docrep/016/i2845s/i2845s00.pdf

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