Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, México, Panamá, Paraguay y Perú, compartieron sus experiencias en busca del trabajo en equipo que propende por la sostenibilidad del planeta.
Los principales objetivos de esta reunión fueron unificar conceptos y buscar apoyo mutuo entre redes en aras de aumentar el número de empresas que firmen el compromiso con el Pacto Global de las Naciones Unidas que, aunque va en aumento especialmente en los últimos años, se hace necesaria la presencia de un número aún mayor de estas empresas y organizaciones que hagan parte de esta iniciativa global
Las delegaciones se conformaron por Norberto Videla, Fernando Legrand y Alberto Guajardo de Red Argentina; Margarita Ducci y Steve Weitzman de Red Chilena; Yiria Jaramillo de Red Ecuatoriana; Gustavo Pérez de Red Mexicana; Natalia Gutiérrez de Red Panameña; Gustavo Koo y Marlene Heinrich de Red Paraguaya; José Luis Altamiza de Red Peruana; Elizabeth Melo Acevedo, Mauricio López González, Víctor Malagón, Ana maría Ospina, Liliana Orbegozo, Camila Villegas, Catalina Arciniegas, Natalia Ardila, Yulder Jiménez de Red Colombiana y del Centro Regional, participaron Diana Chávez y Claudia Claros.
Es bueno recordar que al Pacto Global adhieren empresas que se comprometen de forma voluntaria a alinear sus estrategias bajo diez principios repartidos en cuatro áreas temáticas:Derechos Humanos, Estándares Laborales, Medio Ambiente y Anti-Corrupción; estas organizaciones, deben publicar una Comunicación de Progreso (CoP) anual dirigida a sus grupos de interés.
Entre las ventajas de ser parte del Pacto Global se destacan dar muestras de liderazgo en la promoción de principios universales y de la responsabilidad cívica de las empresas para lograr que la economía mundial sea más sostenible e inclusiva.
Además, compartir experiencias y aprendizajes con empresas y organizaciones de la misma orientación y entablar relaciones con otras empresas, órganos gubernamentales, asociaciones de trabajadores, ONG y organizaciones internacionales.
Entre otras cosas, aumentar las oportunidades comerciales, tener acceso al entorno mundial en que actúan las Naciones Unidas y a su poder de convocatoria, participar en diálogos orientados a la resolución de los problemas críticos que afronta el mundo, como la función de las empresas en zonas de conflicto y mejorar la administración empresarial de marca, la moral de los empleados y su productividad, así como la eficacia operacional.