En coincidencia con su décimo aniversario el Pacto Mundial celebró en Nueva York la tercera edición del Leaders Summit, cumbre de líderes mundiales en Responsabilidad Social Empresarial (RSE), que se lleva a cabo cada tres años.
Ésta tuvo lugar en la sede central de Naciones Unidas los días 24 y 25 de junio y contó con la presencia de los más altos representantes de empresas, gobiernos y sociedad civil. Asistieron más de 1500 representantes al evento en el que se convoca a todas las empresas firmantes del Pacto Global.
El Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, participó de forma activa en el evento y afirmó que “es una oportunidad única para destacar el papel decisivo que las empresas responsables tienen en la construcción de mercados más sostenibles e inclusivos. Los retos a los que nos enfrentamos actualmente son muchos: la crisis de los mercados financieros, la degradación medioambiental, el hambre o el cambio climático”. El objetivo de la cumbre apuntó a “ser una plataforma de colaboración en la que se proyecta el tipo de liderazgo empresarial que necesitamos para luchar contra la pobreza y proteger el planeta”.
Ban Ki-moon también señaló que el Pacto puede ser una iniciativa voluntaria, pero ello no significa que la ONU haga poco énfasis en controlarlo. En ese sentido, afirmó que la ONU se fijó el objetivo de llegar a 20.000 empresas miembros en 2020.
En esta tercera edición, la cumbre de líderes se centró en tres áreas principales: el establecimiento de una agenda para el progreso de la RSE; mecanismos para liderar el cambio necesario; y herramientas para incrementar la acción corporativa en la consecución de los Objetivos del Milenio. Además, los asistentes tuvieron la oportunidad de intercambiar experiencias con el resto de participantes y conocer las respuestas de otros líderes empresariales a los nuevos retos de la economía actual.
Declaración comprometida con el desafío ambiental
La tercera Cumbre de empresarios líderes del Pacto Global, que tuvo su primera versión hace diez años, concluyó con la “Declaración de Nueva York para los Negocios”. En la sesión de clausura de la Cumbre, los participantes de Pacto Global aprobaron y aclamaron esta declaración, comprometiéndose a renovar sus responsabilidades con los principios del Pacto Global, profundizar su accionar, fortalecer su apoyo a los objetivos de desarrollo crítico y aumentar la transparencia y el diálogo.
Por ello se insta a los gobiernos a cultivar un entorno propicio para la iniciativa empresarial y la innovación y para establecer la normativa, especialmente sobre temas de incidencia en el cambio climático. Asunto predecible ya que la reunión se dio en un momento crítico en la historia de la economía mundial.
En este contexto, Margarita Ducci, Secretaria Ejecutiva de Pacto Global en Chile, declaró que “en la Cumbre se reconoció que, a pesar de los avances logrados en la última década, hay mucho por hacer y que ahora es el momento de construir sobre ellos y traer a escala masiva, la disciplina de la responsabilidad de las empresas, contribuyendo a un futuro donde prevalezcan el desarrollo sostenible, un planeta saludable y la cooperación pacífica conceptos que también debemos transmitir a Chile”.
Y en cuanto a los desafíos planteados agregó que “para ello, debemos intensificar nuestros esfuerzos para construir una nueva era de sostenibilidad corporativa, donde los principios del Pacto Global de las Naciones Unidas estén integrados en los negocios en todo el mundo, basados en argumentos éticos. La oportunidad de construir un futuro sostenible nunca ha sido mayor. El caso para la acción responsable es claro: la incorporación de los derechos humanos, trabajo, principios medioambientales y lucha contra la corrupción en las prácticas corporativas, beneficia a la sociedad y negocios”.
Los avances futuros en la integración mundial, desarrollo sostenible, protección de nuestro planeta y, en última instancia, la paz, críticamente dependen de la capacidad de enfrentar los desafíos de forma colectiva. Inculcar los principios del Pacto Global y la responsabilidad social, es una parte esencial de la solución. Los mercados mundiales sostenibles e incluyentes pueden contribuir considerablemente a un mundo futuro donde todas las personas puedan llegar a vivir en sociedades prósperas y pacíficas.