Por María Gloria Timmermann, gerente de Relaciones Corporativas y Sostenibilidad
Bolsa de SantiagoEn los últimos años se ha comenzado a hablar del modelo de stakeholders capitalism, en el que las empresas están orientadas a servir los intereses de todos sus grupos de interés. Bajo este concepto, el propósito de una compañía es crear valor a largo plazo para todos sus stakeholders y no solamente maximizar las ganancias y mejorar el valor para los accionistas a costa de otros grupos de partes interesadas. Así, las organizaciones tienen el deber de contribuir al progreso económico, social y sostenible de los países donde están presentes.
En este contexto, los ciudadanos necesitan poder conocer y entender cuál es esa contribución, de manera de darle a las empresas la “licencia social para operar”. Así, surge el desafío del acceso a más información. Las organizaciones deben comunicarse más con sus distintos grupos de interés, para así fortalecer sus vínculos y generar espacios para incorporar mejoras en temas ambientales, sociales y de gobierno corporativo -también llamados factores o variables ASG-, lo que permite a su vez centrar el foco en el largo plazo, un elemento central de la sostenibilidad.
Detrás de este requerimiento por información más profunda tanto financiera como no financiera, hay también una demanda por mayor transparencia. Avanzar en este campo, sin duda, generará un incremento de valor para todos los integrantes del mercado. Hoy, los inversionistas demandan más y mejor información de las compañías, incluyendo variables ASG, de manera de poder identificar riesgos, oportunidades de negocios y rentabilidad futura, elementos imprescindibles en el proceso de toma de decisiones.
Esta información, permitirá cambiar las decisiones de asignación de capital, para que respalden una economía y una sociedad estables a largo plazo y un entorno natural propicio para ambas. Más y mejor información son claves en este escenario, porque permiten proyectar el desarrollo y exigir el cumplimiento de estándares de clase mundial en los proyectos y en las inversiones del futuro.
Sin embargo, también a nivel público posibilitará una mejor evaluación de políticas públicas sustentadas en evidencia, de manera de promover aquellos proyectos e iniciativas que nos permitan, por ejemplo, avanzar hacia la carbono neutralidad. Sin apoyo por parte del Estado, será más lento este tránsito hacia la sostenibilidad de las compañías. Necesitamos lo incentivos y reglas del juego claras para poder recorrer esa senda en conjunto.
Las empresas de Pacto Global, que estamos comprometidas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, tenemos la tremenda oportunidad y responsabilidad de avanzar hacia un estándar básico de transparencia corporativa. Depende de todas las organizaciones mejorar la calidad de la información no financiera que ponemos a disposición de los inversionistas y de la sociedad en general, con el objetivo de que pueda ser consultada libremente por los distintos actores del mercado que de alguna forma se ven impactados por el desarrollo de nuestras actividades, de tal manera que cada uno de ellos pueda tomar las mejores decisiones sin asimetrías de información. Asimismo, la entrega oportuna y completa de información, nos permitirá poner en evidencia el aporte económico y vinculado a las variables ASG que generamos para el desarrollo sostenible de nuestro país, de la sociedad y de nuestro planeta.