Muchos de los impactos del COVID-19 están golpeando a las mujeres de manera desproporcionada. Las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de trabajar en empleos mal pagados, inseguros e informales. Las mujeres también constituyen la mayoría de los profesionales de la salud y los trabajadores esenciales en la primera línea de la respuesta COVID-19, arriesgando su salud y seguridad, así como los de sus familias.
A medida que los recursos de salud se desvían para abordar la pandemia, las mujeres también enfrentan desafíos adicionales para acceder a los servicios de salud sexual y reproductiva, especialmente en los países menos desarrollados. A medida que las escuelas y las instalaciones de cuidado infantil cierran en respuesta a COVID-19, las mujeres se ven cargadas con mayores responsabilidades de cuidado infantil, lo que se suma a una carga ya desigual. Y cuando las cuarentenas están vigentes, aumenta el riesgo de violencia doméstica contra las mujeres y sus hijos, mientras que los servicios de apoyo a las víctimas disminuyen.
Desde los esfuerzos de ayuda inmediata hasta las estrategias de recuperación a más largo plazo, todos los sectores de la sociedad, incluidos los negocios, tienen la responsabilidad de garantizar que las acciones tomadas para combatir COVID-19 respondan a los impactos únicos y desiguales en las mujeres.
Esta sesión especial de la Academia cubrirá los pasos que las empresas pueden tomar para respetar y apoyar los derechos y la vida de las mujeres y las niñas durante la pandemia de COVID-19.
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