Por Victor Belmar Cutiño, gerente general BLP Ingenieria®
En Chile, muchas organizaciones públicas y privadas fueron fuertemente afectadas en la crisis económica derivada por la enfermedad Coronavirus (COVID-19) durante este último tiempo, producto de la paralización total o parcial de sus actividades productivas. Los sectores más afectadosfueron las actividades comunitarias, restaurantes, hotelería, inmobiliarias, manufacturas y establecimientos educacionales. Si bien, no existió un incremento en las tasas de pobreza durante esta pandemia, ha habido una fuerte desaceleración en el crecimiento de la producción estableciendo un panorama laboral complejo, no solo para las industrias, sino también, para la educación.
En consecuencia, es en la educación donde esta crisis sanitaria a cobrado gran relevancia, dado que dejó entrever las grandes carencias y situación de pobreza de la educación pública de nuestro país, principalmente en regiones y escuelas rurales, donde no existen mayores recursos y tecnología, maximizando las desigualdades en base a la educación a distancia, siendo los niños víctimas de esta realidad. Evidencia de esto, es que nuestro país ha reaccionado lento a los desafíos educativos que implica la digitalización de la sociedad. Este problema quedó al descubierto en la pandemia, donde quienes se encontraban más incluidos digitalmente han podido sortear, de mejor manera, los desafíos de aprender y enseñar de forma digital en las aulas de clases.
Sin dudas, vivimos tiempos de cambios profundos y globales que nos impulsan a repensar la forma de organizarnos en sociedad. Los problemas medioambientales, la tecnología, innovación y organización social basada en redes, la crisis de legitimidad de nuestras instituciones y la actual experiencia de pandemia, nos desafían a revisar los paradigmas predominantes, entre ellos principalmente los educativos. Bajo este escenario, es imperativo que nuestras escuelas asuman que lo digital es parte de la vida cotidiana de la mayoría de los niños, niñas y adolescentes en la actualidad, reconociendo que esto implica no sólo preocuparse de dar acceso, sino también definir una postura pedagógica frente a los usos digitales e implementar actividades acordes con ellas, en busca de una educación de calidad, inclusiva y con equidad de género.
Esto no es ajeno para Pacto Global y las empresas que somos parte de esta gran organización, donde emprendemos camino para la Agenda 2030, con el objetivo principal de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Uno de los objetivos de desarrollo sostenibles es el N°17 “Alianzas para lograr objetivos”, el cual cada día cobra relevancia y poco a poco, las empresas adheridas se unen con un fin en común. Prueba de esto, es la gran Acción Social que hemos realizado para siete
Escuelas Rurales de la ciudad de Puerto Montt, quienes no solo han recibido aportes de materiales escolares y para festividades, sino también, para la reparación de sus infraestructuras que se encuentran fuertemente afectadas, debido al fuerte clima que azota y atraviesa el sur de Chile, producto del Cambio Climático. Todo esto fue gracias al gran trabajo de La Bolsa de Santiago, Aceros AZA, Tiendas Dimarsa, Constructora Paz Corp., Transport Group, Carabineros de Chile y BLP Ingenieria®, quienes se unieron para esta alianza y ayuda sostenible para quienes más los necesitan.