Por Valeria Proboste, Gerente de Sustentabilidad Unilever Chile
Hace algunas semanas, en Unilever inauguramos nuestra primera flota de camiones 100% eléctricos para la ruta primaria que comprende los traslados de nuestros productos desde sus sitios de producción a nuestro centro de distribución. Además de ser un tremendo orgullo para nosotros, este hito es muy relevante por dos razones principales: lo primero es que Chile es el primer país de América donde Unilever cambió el total de sus camiones primarios por una flota 100% eléctrica; y lo segundo, pero no menos importante, es que nos transforma en la primera compañía de consumo masivo del país en alcanzar este hito.
Con este avance, Unilever Chile se convierte además en una de las flotas eléctricas más grandes de la compañía en todo el mundo y nos permite reducir 180 toneladas de gases efecto invernadero en un año, equivalentes a 26 viajes en camión entre Arica y Punta Arenas.
Que Chile sea el primer lugar donde alcanzamos este desafío no es casualidad, nuestro país es tierra fértil para avanzar en este tipo de proyectos, sobre todo porque contamos con una Estrategia Nacional de Electromovilidad que tiene ejes estratégicos, medidas y metas específicas para su desarrollo acelerado y sostenible.
Además, la Ley Marco de Cambio Climático que establece que el país sea carbono neutral a más tardar en 2050 nos permite situar en un contexto local nuestra meta global de alcanzar una huella de carbono cero en toda nuestra cadena de valor para el año 2039, desde el abastecimiento de las materias primas en la fabricación de todos nuestros productos hasta que estos lleguen a los puntos de venta.
Decisiones país como el avance concreto en electromovilidad, permiten el desarrollo de un ecosistema complejo como el que hoy vemos en Chile. El nuestro como Unilever es sólo un ejemplo de una realidad multiactores donde todos son relevantes y piezas fundamentales, porque estamos convencidos de la importancia de la colaboración y de que los grandes cambios sólo se logran con avances colectivos.
Por nuestra parte, seguiremos trabajando en un plan de expansión para llegar a la mayor parte de nuestros clientes de manera 100% eléctrica en el mediano plazo, apuntando a reducir en total cerca de 1.000 toneladas de CO2 al año, todo esto gracias al contexto local que nos permite plantearnos este desafío.