Por Javiera Cardemil, Jefa de Comunicaciones Empresas Iansa.
Dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) trazados para la agenda 2030 de la ONU, el ODS 17 es, quizás, el que más voluntad, coordinación y conversación requiere entre los países miembros. Éste nos compromete, tanto a los gobiernos, sociedad civil y empresariado, a la “generación de alianzas para lograr los objetivos”. Ya desde su enunciado, este objetivo asume que ninguna meta anterior puede lograrse si no se unen las fuerzas entre los diversos actores que involucra este pacto. Las alianzas permiten movilizar e intercambiar conocimientos, capacidad técnica, tecnología y recursos. Por ende, viene a coronar una seguidilla de metas bien delimitadas y con acciones específicas.
Establecer alianzas nos ayuda en la construcción de diálogo por un bien en común. Estas nos enseñan, nos permiten intercambiar experiencias, conocer otras realidades y compartir prácticas que han dado resultados. Desde el mundo corporativo, las empresas tenemos el deber de estar en las conversaciones importantes, colaborar e implicarnos con asociaciones, grupos y comunidades en pro del desarrollo sostenible.
Desde Empresas Iansa, hemos participado en varias mesas de trabajo en busca de caminos comunes para hacer del desarrollo sostenible una realidad. Las mesas de trabajo con Acción Empresas, SOFOFA y Pacto Global Red Chile, han sido una experiencia gratificante de conversaciones comunes, en las que el foco es compartir temáticas de desarrollo sostenible, con planes para llevar a la práctica y enriquecer nuestros ámbitos de acción. En estas instancias, los cargos y el peso en la industria quedan atrás para poner en frente la voluntad de construir un país mejor: uno que crea en la sostenibilidad como motor de desarrollo en los ámbitos sociales, medioambientales y de gobernanza.
Desde nuestra experiencia en Empresas Iansa, la opción de generar alianzas en el ámbito de desarrollo social con prestigiosas universidades de Chile, nos ha permitido llevar a cabo dos importantes y sólidos programas de impacto social: el primero es la Academia Iansa, clases que imparte la Universidad Finis Terrae para mejorar técnicas de repostería y costos, enfocado en emprendedores y alumnos de colegios cercanos a nuestras operaciones. El segundo, un convenio que tenemos con la Facultad de Nutrición y Dietética de la Universidad del Desarrollo para certificar en salud y nutrición a profesores de establecimientos educacionales de los territorios en donde se ubican nuestras operaciones. ¿El resultado? Generar oportunidades de desarrollo, aprendizaje y fomento de un estilo de vida saludable. Acciones pequeñas que marcan una diferencia en la vida de centenares de personas.
Con humildad, con escucha y, sobre todo, con la voluntad de generar conversaciones para hacer las cosas de manera diferente, podemos construir un mundo que nos permitan alcanzar los objetivos trazados.
Compartir miradas y experiencias es la clave, abriéndose a la posibilidad de aportar e inspirar en la construcción de un mundo mejor.