Desde el 2002, la Organización Internacional del Trabajo proclamó que el mundo celebraría el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, todos los 12 de junio. Y si bien en Chile este tema aún no es un factor en la prioridad de la agenda del Estado, en Pacto Global pensamos que ante la amenaza de que las cifras puedan aumentar, hay que prevenir.
Según la última encuesta nacional sobre Trabajo Infantil realizada por el Ministerio del Trabajo y Previsión Social en 2003, en Chile existen 196.104 niños y adolescentes, de entre 5 y 17 años, los que están ocupados, independiente de si éstos están o no en un sistema escolar. Asimismo, de éstos, 93 mil tienen entre 5 y 14 años y 102 mil, entre 15 y 17 años.
En cuanto a la distribución por sexo, el porcentaje de hombres que trabaja es casi el doble que el de las mujeres, siendo la tasa de ocupación de los hombres de un 7,1 % y el de las mujeres de un 3,7 %. Además, en relación a las áreas geográficas en donde los niños trabajan, el estudio muestra que en las zonas rurales, la tasa de ocupación (8,3%) es mayor que en las urbanas (5,0%).
En relación a las áreas en donde trabajan los niños y adolescentes, éstas se relacionan especialmente con las ramas del comercio, la agricultura y en tercer lugar, con los servicios personales, comunales y sociales.
Ahora bien, en relación al mundo, Chile no está tan mal. Según datos de la OIT, hay 246 millones de niños y adolescentes, de 5 a 17 años, en el mundo, que traban. El 75% de ellos, tienen ocupaciones peligrosas, tanto por sus condiciones, como por su naturaleza, los que en algunos casos, incluso, tienen relación con la esclavitud, el tráfico de personas, la servidumbre por deudas, la prostitución, la pornografía y otras actividades ilícitas, como casos extremos.
Además, un dato no menor, y acercándonos más a nuestra realidad, es que en América Latina y el Caribe, uno de cada cinco niños –20 millones–, de entre 5 y 14 años, trabaja.
Si bien hay muchos datos más por agregar, en Chile, como en otras partes del mundo, la razón principal por la que los niños y adolescentes trabajan, se explica por la necesidad que tienen familias muy pobres, de asegurar la subsistencia, mediante el ingreso adicional que esta labor puede implicar.
Demás está decir que este problema nos aqueja a todos y aunque en Chile aún no sea tan visible, en el Pacto Global de las Naciones Unidas hemos comprometido a todas las empresas adheridas en Chile a respetar el principio número 5 inserto en el pilar de Relaciones Laborales, el que hace un llamado a la erradicación del trabajo infantil y que los invita a comprometerse a que ninguno de sus productos o servicios haya sido ejecutado por el trabajo de niños.
Margarita Ducci, Directora Ejecutiva de Pacto Global en Chile, comenta que, de igual forma, “nos gustaría ver en las agendas gubernamentales, especialmente en la de los nuevos aspirantes al sillón de La Moneda, temas relacionados con la erradicación del trabajo infantil, un problema que si bien no nos aqueja fuertemente hoy, directamente como país, el día de mañana puede llegar a ser un riesgo, ante el cual hay que estar preparados”.