Por Paul de La Taille, gerente de Personas y Fiscalía de Empresas Iansa.
Uno de los desafíos más grandes del área de personas en cualquier empresa, no es solo atraer a los talentos que crean valor a la empresa, aquellas con un alto compromiso y destacado desempeño, sino también atraer “talentos” que vendrán con nuevas ideas, a fortalecer y potenciar la estrategia de la empresa.
Esta tarea es más fácil si la marca es más fuerte, más poderosa, para que las personas que miran a tu empresa, quieran trabajar en ella y, que los que ya son parte, se sientan orgullosos de pertenecer a tu empresa. Hay que actuar estratégica y sistemáticamente para mejorar la percepción que tienen tus colaboradores actuales y potenciales.
Mejorar esta percepción no se logra de un minuto a otro. Requiere, en primer lugar, compromiso de la alta gerencia, y una estrategia tan clara que sea capaz de permear todas las acciones de la empresa, siendo consistentes en su misión, valores y estrategia corporativa.
En segundo lugar, nos obliga a estar al día con las tendencias dentro del mercado laboral. No podemos seguir arraigados en antiguas prácticas con la excusa de “que siempre se ha hecho así”. Hoy todo está cambiando, el Covid, la inteligencia artificial, sumado a las crisis sociales y económicas, son elementos claves para entender los cambios que se están generando. No podemos quedar fuera, porque de hacerlo, perderemos valor como marca empleadora. Debemos ser tan visionarios como sea posible para ir a la vanguardia de los cambios o, al menos, ir de la mano, nunca un paso atrás. Debemos ser flexibles y escuchar lo que nuestros colaboradores nos dicen, lo que nuestros candidatos preguntan en las entrevistas, leer y escuchar lo que los expertos opinan.
Pero este es un proceso “constante”, siempre debemos estar analizando qué podemos mejorar internamente para crear valor para las personas que trabajan o quieran trabajar con nosotros.
Otro aspecto, que hoy más que nunca debemos cuidar, es la inclusión y el cuidado con el medioambiente. Esta acción es estratégica para fortalecer nuestro sello, debemos ser un lugar que sea igualitario y equitativo para todos, donde todas las personas tengan un fuerte sentido de pertenencia, sin importar religiones, género, razas, orientaciones sexuales o cualquier otra característica personal.
Las operaciones que desarrolle nuestra empresa deben considerar siempre un relacionamiento integral con el ecosistema y nuestro entorno, desarrollando acciones de mitigación en caso de ser necesario, y una política relacionamiento comunitario que permita una convivencia sana y armónica con nuestros vecinos en cada uno de los territorios de los que somos parte. El lugar donde desarrollamos nuestras actividades debe saber que trabajamos con ellos y para ellos.
Tampoco debemos olvidar las asociaciones sindicales y el compromiso con nuestros trabajadores. Una empresa que cree en su poder de marca empleadora debe ser capaz de trabajar de la mano con los sindicatos, mantener una relación de respeto y cercanía tal, que empresa y sindicatos estén alineados en los propósitos, estrategia y objetivos corporativos, cooperando estrechamente para lograr los resultados que nos hagan una mejor empresa.
En suma, una compañía con una fuerte marca empleadora, ofrece oportunidades de desarrollo a sus colaboradores, promoviendo su calidad profesional, escuchándolos siempre, y entregándoles programas de beneficios flexibles, entre otras muchas acciones.
Como empresa estamos trabajando arduamente en esta materia. Hemos avanzado y, de hecho, este año fuimos seleccionados dentro de las 25 Top Companies por Linkedin. Nos hemos unido a organizaciones que son referentes en inclusión, implementando acciones internas para fomentar el desarrollo de personas y generar programas de beneficios, entre otros.
La marca empleadora debe ser el reflejo de la cultura, sus valores y su misión. Como profesionales en el área de Personas debemos ser capaces de sacar a relucir este reflejo, de manera de atraer a las personas con talento que se sientan identificadas y quieran brillar con nosotros.
Vamos por buen camino pero es sólo el comienzo, nos falta camino por recorrer, y no podemos ser soberbios. Tenemos mucho que aprender, mejorando nuestras prácticas y escuchando activamente a las personas.