“La razón es que finalmente la RSC tiene dos ejes fundamentales” –ha relatado Pes en una entrevista a Europa Press–. “El primero es que hay que pensar a largo plazo. Es decir, las empresas que tienen una política de RSC son empresas que se preocupan por su supervivencia a largo plazo. Procuran desarrollar planes de negocio que vayan mucho más allá de los resultados del próximo trimestre o del próximo año. La segunda cuestión que liga con el concepto de RSC es que para tener un plan a largo plazo tienes que ser consciente de que de tu actividad se debe derivar valor para todas las partes que están interesadas de alguna forma en la actividad de la empresa”.
El presidente de la Red Española añade que “las empresas tienen que conseguir beneficios porque si no van en contra del primer principio, no hay probabilidad de subsistencia a largo plazo si no se generan beneficios, pero además para que realmente esto sea sostenible en el tiempo (la generación de beneficios) tiene que hacerse de una forma y general valor para los empleados, para lo clientes, y al final para el global de la sociedad, que es la que va a recibir el impacto de la actividad de la empresa”.
“Lo que ha puesto de relieve la crisis es especialmente el que operar con el criterio del beneficio a corto plazo es lo que lleva a la crisis. Por tanto el discurso de la RSC, que se basa en esos dos ejes que te comentaba, es justamente el tipo de discurso necesario para superar la crisis. Por eso los Gobiernos están interesados en que sea un discurso que adquiera relevancia en el mundo empresarial”, ha apostillado.
Pes también ha hecho alusión al Plan Nacional de RSE en el que está trabajando el Ejecutivo y que contempla una serie de medidas con el fin de fomentar y consolidar la responsabilidad social corporativa en España. “No sé si quieren convertirlo en una regulación o más bien en un programa o planes de acción que apoyen determinadas iniciativas. Lo que propone el borrador es un conjunto de medidas o ámbitos sobre los que las empresas que quieran desarrollar una política de RSC deben tener en cuenta, en función de su situación concreta. Dentro de este conjunto de medidas, yo creo que el Gobierno lo que pretende es incentivar que las empresas establezcan unas prioridades y que realmente apliquen esas medias a través de los instrumentos que consideren más oportunos”, ha precisado.
En cualquier caso, ha destacado que “el tema de la RSC forma parte del Gobierno”. “No es una cuestión que esté enmarcada en el ámbito de algunas empresas o algunos teóricos, sino que es un tema que tiene interés por parte del Gobierno español y de la UE. Se ve como un elemento importante en la definición de lo que tiene que ser la conducta de las empresas”, ha indicado.