Por Laura Belfiore, Coordinadora del Observatorio del Sector Privado para América Latina y el Caribe, Pacto Global de Naciones Unidas.
¿Cómo se está implementando la agenda de igualdad en las empresas del mundo? ¿Hasta dónde llega su compromiso con el empoderamiento de las minorías y los grupos vulnerables? Para garantizar la coherencia y la credibilidad frente a los cuestionamientos de los diversos grupos con los cuales interactúan, las empresas comprometidas con el desarrollo de una cultura de inclusión, deben vincular resultados con objetivos claramente definidos. Asimismo, es importante que cada empresa pueda tomarse el tiempo para periódicamente celebrar sus logros y analizar las adaptaciones requeridas por los planes de acción, frente a los desafíos cambiantes del entorno (nuevas regulaciones, presión de pares, escrutinio de consumidores y comunidad, atracción y retención del talento, entre otros).
La Comunicación de Progreso, como instancia de revisión anual de los avances efectuados por los participantes del Pacto Global de Naciones Unidas en relación a los 10 Principios y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, representa una herramienta práctica para documentar y difundir los esfuerzos en materia de diversidad e inclusión.
Con la introducción de una nueva política internacional de reporte, a partir de 2023 las empresas podrán informar acerca de la existencia de políticas corporativas en apoyo al respeto y promoción de los derechos humanos, su desempeño respecto a la diversidad en la composición de su Junta Directiva, la representación femenina en niveles de liderazgo (dirección y gerencial) y la brecha salarial, así como medidas concretas hacia una gestión proactiva de impactos en equidad de género y derechos de las mujeres.
La COP, en un nuevo formato digital y estandarizado, permitirá la comparabilidad entre empresas del mismo sector económico, región geográfica y país, entre otros, favoreciendo el aprendizaje entre pares y la mejora continua en materia ASG (ambiental, social, gobernanza). Reportar sobre la gestión de la sostenibilidad a partir de datos precisos, comparables y desagregados por género será fundamental para estimar el aporte del sector privado a la Agenda 2030 en la “Década para la Acción”.