La ONU hace un llamado al sector privado para actuar en el plano internacional

En la publicación Guía de NNUU para la acción empresarial contra el COVID-19 editada por Naciones Unidas en colaboración con UN Global Compact, UNDP (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo), OCHA (Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios) y Connecting Business Initative se ofrece a las empresas una visión general de cómo el sector privado puede unirse a la ONU para emprender acciones colectivas para detener la pandemia de la COVID-19 a través de la financiación, las donaciones en especie y la acciones de comunicación.

Este enfoque de acción humanitaria y sobre todo internacional, se complementa con las acciones más concretas que se recomiendan en los países originarios de las empresas, como las recogidas en la guía de la Red Española del Pacto Mundial “El liderazgo empresarial frente a la COVID-19”.

Para Antonio Guterres, Secretario General de Naciones Unidas, «los países que están luchando contra la pandemia en casa tienen razón dando prioridad a las personas que viven en sus propias comunidades. Pero la dura verdad es que no protegerán a los suyos si no actúan ahora para ayudar a los países más pobres se protegen a sí mismos. Nadie está a salvo hasta que todos estén a salvo«.

Por eso se hace un llamamiento a la acción conjunta con un foco internacional, global, porque las empresas pueden desempeñar un papel fundamental en las actividades de respuesta y recuperación en los países afectados por COVID-19. En este sentido se apuntan tres acciones clave:

  • Seguir las directrices de salud y seguridad y proporcionar amortiguadores económicos a los trabajadores, garantizando su seguridad, el distanciamiento social y los salarios.
  • Proporcionar apoyo financiero y técnico a los gobiernos.
  • Reprogramar sus instalaciones y planes de negocio para atender las necesidades que está provocando esta crisis.

Apoyo financiero

Sugerir al sector privado posibilidades de unirse a las Naciones Unidas en acciones colectivas para reducir la pandemia es uno de los objetivos de este documento. En concreto, se señalan agencias, fondos y programas de la ONU y posibilidades de actuaciones, como aportaciones financieras o en especie. En el primer caso, por ejemplo, para ayudar a la Organización Mundial de la Salud (OMS), se pueden hacer donaciones al Fondo de Respuesta Solidaria para la COVID-19.

Complementario a esto, la ONU ha puesto en marcha el Programa de donación múltiple de Respuesta y Recuperación ante la COVID-19. Está pensado para apoyar a los países de bajos y medianos ingresos en la superación de la crisis desde el punto de vista de la salud y del desarrollo.

Apoyar acciones humanitarias de Naciones Unidas

Dependiendo de su sector, ubicación e intereses, las empresas pueden querer asociarse con organizaciones específicas de las Naciones Unidas. Según Lise Kingo, directora ejecutiva y CEO de UN Global Compact, “una respuesta internacional coordinada que involucre a la empresa será fundamental en los esfuerzos por apoyar a las personas y las empresas afectadas por COVID-19, limitan la interrupción adicional a la economía y facilitar la continuidad de los negocios para una rápida recuperación«.

Para ello se proporcionan enlaces e información de cuáles son los objetivos de trabajo de diferentes organismos de Naciones Unidas que necesitan apoyo en su lucha contra la pandemia. En concreto:

  • La FAO (Organización de las NNUU para la Alimentación): estabilizará el acceso a los alimentos apoyando al ámbito rural y a los hogares vulnerables al tiempo que asegura la continuidad de la cadena de suministro de alimentos fundamentales y la salud de las personas que intervienen en esta cadena de suministro.
  • La OIM (Organización Internacional para las Migraciones): ofrece una visión general de los planes, las necesidades de financiación y los recursos clave. Protegerá, asistirá y defenderá a los refugiados, los desplazados internos, los migrantes y los países anfitriones.
  • El PNUD (Programa de las NNUU para el Desarrollo) prestará apoyo a los países para que fortalezcan sus sistemas de salud, entre otras cosas ayudándoles a adquirir suministros médicos muy necesarios o aprovechando las tecnologías digitales. El PNUD prestará apoyo a los países para que evalúen los efectos sociales y económicos de COVID-19 y tomen medidas urgentes de recuperación para reducir al mínimo los efectos a largo plazo. Esto incluye evaluaciones de impacto en micro, pequeñas y medianas empresas y la utilización de las tecnologías digitales para la continuidad de las actividades.
  • El UNFPA (Fondo de Población de las Naciones Unidas) garantizará la continuidad de la capacidad de los sistemas de salud nacionales y locales para proporcionar acceso a la salud sexual y reproductiva de calidad para garantizar un parto seguro, la salud mental y apoyo psicosocial, planificación familiar y servicios para la violencia de género.
  • ONU-Hábitat apoyará la preparación y la respuesta a la pandemia de COVID-19, especialmente en caso de poblaciones vulnerables en los asentamientos urbanos, en los asentamientos informales y los barrios marginales.
  • ACNUR (Alto Comisionado de las NNUU para los Refugiados) ayudará a los gobiernos a cumplir las normas humanitarias y garantizará que las necesidades de todos aquellos que buscan protección se tienen en cuenta. Además, entre otras acciones, se encargará de aumentar las instalaciones de agua, saneamiento e higiene y la adquisición urgente de medicamentos y suministros médicos en  los campos de refugiados y de mejorar los servicios de atención a pacientes hospitalizados.
  • UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) asegurará  que las mujeres, los niños y sus familias saben cómo prevenir la COVID-19 y se les animará a buscar ayuda mientras se mejoran las prácticas de prevención y control en las comunidades, instalaciones educativas y sanitarias. Asegurará que los niños y las mujeres tengan un acceso continuo a los servicios esenciales de atención de la salud, educación, protección de la infancia y violencia de género.
  • PMA (Programa Mundial de Alimentos): está utilizando su larga experiencia en la respuesta a las emergencias, la logística y la cadena de suministro, telecomunicaciones de emergencia, nutrición y otras áreas clave.

El poder de comunicación de las empresas

Los líderes empresariales están llamados a utilizar sus posiciones de influencia para la difusión  conjunta y a trabajar junto con las Naciones Unidas y los gobiernos para identificar y compartir soluciones innovadoras. Los mensajes clave incluyen:

  • Impulsar el trabajo en alianza y las acciones colectivas
  • Alentar a los gobiernos a mantener el comercio abierto y a promover corredores humanitarios para asegurar el movimiento de suministros esenciales y personal humanitario por aire, tierra y mar.
  • Colaborar con las Redes Locales del Pacto Mundial o iniciativas como Connecting Business.
  • Ayudar a difundir los mensajes de salud pública de manera que sean eficaces, accesibles y ayuden a aplanar la curva. Las empresas pueden aprovechar su talento para desarrollar y distribuir mensajes clave de salud pública a través de sus plataformas. Las marcas pueden integrar los mensajes existentes en comunicaciones corporativas, donar espacio en los medios y compartir información con sus empleados. Por primera vez Naciones Unidas pide apoyo en este sentido para traducir los mensajes críticos de salud pública para que se informen y se involucren personas de diferentes culturas, idiomas, comunidades y plataformas. Más Info, en esta web.

Para más información y direcciones de contacto, descargar la publicación aquí.

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