En el marco del Seminario “Energías Renovables en el Ambito de la RSE” organizado por Pacto Global y la Facultad de Recursos Naturales de la U. Andrés Bello, el martes 6 de octubre se discutieron desde tres perspectivas la necesidad de contar con la diversificación de la matriz energética, lo que se está haciendo al respecto y el rol social que están desempeñando las empresas en el área.Las energías renovables son llamadas energías limpias, las cuales son inagotables y provienen principalmente de la naturaleza.
Dentro de este tipo de energías, podemos encontrar la solar (térmica y fotovoltaica), minihidráulica, eólica, biomasa, biocarburantes, olas, mareomotriz y geotérmica.A nivel mundial, los países más desarrollados en esta materia son: España, EE.UU., Alemania, Francia e Italia. Tan sólo en España, en el año 2008, la industria de las energías renovables empleó a 89 mil trabajadores directos y 99 mil indirectos. Para Chile, se espera que el 2010 el 15% del crecimiento de la producción energética provenga de fuentes renovables.Valor de negocioDe acuerdo a lo que explicó Rodrigo Garrido de CEO/Green Energy Technologies, “En Chile no existen incentivos atractivos para diversificar la matriz energética, situación lamentable si consideramos la gran cantidad de recursos naturales que tenemos para hacerlo. Pese a ello, lo cierto es que la producción limpia es parte de la creación de valor en el negocio”.
Margarita Ducci, Secretaria Ejecutiva de red Pacto Global Chile destacó la importancia que las empresas adheridas al Pacto realicen proyectos de este tipo en función al respecto de los principios de cuidados del medioambiente. “Las empresas deben apoyar la aplicación de un criterio de precaución respecto de los problemas ambientales; adoptar iniciativas para promover una mayor responsabilidad ambiental y alentar el desarrollo y la difusión de tecnologías inocuas para el medioambiente”, dijo.
Fernando Nilo de Recycla, entregó su testimonio sobre emprendimiento social a los jóvenes y habló como formó un proyecto de reciclaje tecnológico que incluye el aspecto económico, social y medioambiental. “Para llevar a cabo proyectos de este tipo no basta con armar el negocio, hay que tener el apoyo del gobierno, sensibilizar a la gente y reformar leyes porque alguien se tiene que hacer cargo de la basura tecnológica que día a día eliminamos, la cual es altamente contaminante y tiene un alto costo”. “Si seguimos viviendo al nivel de las demandas actuales necesitaremos de aquí al 2050 cuatro planetas y medio para sobrevivir.
Lo que viene ahora es el consumo conciente, la huella ecológica, que la gente no compre por precio y calidad. Es necesario que los consumidores miremos si los productos que adquirimos son ecológicos, si son socialmente responsables, exigir que el producto tenga una cadena de reciclaje, un ecodiseño”, expuso.